La sociedad siempre se ha regido
por lo que algunos sociólogos han llamado la “acción social”, que explica
aquellas acciones que hace un individuo y que de alguna manera afecta la
conducta del otro. La sociedad siempre se ha constituido por la unión de los
individuos tomando como base alguna ideología, que más tarde, se tornará en una
cultura intrínseca. Pero no siempre se enfatizó este tema, ya que los problemas
principales siempre han sido aquellos relativos con el capitalismo, el proletariado
y entre otros; así como lo hicieron Marx y Engels. Pero esto no quiere que
decir que dichos autores no tomaran en cuenta la acción social, sólo que no se
sumó a la lista de fenómenos sociales principales por estudiar. En cuanto a
Comte, si enfatizaba la idea de que la sociedad vivía en una constante gama de
acciones sociales; esto se puede detallar en la Ley de los Tres Estadios. Un
individuo es fácilmente susceptible cuando desconoce, y cuando empieza a
conocer, se vuelve fácilmente objeto de la alienación y diversidad de ideas que
le imponen. Para Comte, la acción social
es peligrosa cuando era conducida por consideraciones irracionales, pero la
acción social es virtuosa cuando la originan y encauzan los estudios positivos,
es decir, el uso de la razón. Por otra parte, Herbert Spencer, explica que la
acción social es producida por las masas de individuos que ejercían un cambio
dentro de una sociedad, pero sólo se daba el cambio cuando éste era solicitado
o ameritado; ya sea por necesidad propia de la misma sociedad. Emilio Durkheim
concibe también la idea de Comte con respecto a que la acción social trae
consigo sus pros y sus contras, tanto desde el ámbito social como moral.
Max Weber toma la idea de que hay
distintas maneras de estudiar los fenómenos sociales, y que la acción social no
fuera la base para todo, empero, concibe la idea de dos tipos de acción social:
la directa y la indirecta. También explica que la acción social es la mera
forma de sociabilidad que permite a un individuo relacionarse o ser aceptado.
Desde un punto de vista, esto podría verse de manera frívola, ya que la base de
una acción social siempre se dan de manera condicionadas, llegando al punto de persuasión
entre individuos; para Weber este tipo de acciones condicionadas ni pueden
tomarse de manera sociológica, si no psicológica; depende de la orientación del
individuo hacia el otro y cómo este reaccione, ya que no se puede tener una
certeza absoluta en cuanto a saber si se trata de una sencilla influencia o
bien de una orientación significativa. Weber
enfatizaba la idea conductista que subyace en la acción social, ya que nunca
puede haber una acción social si esta no tiene un motivo por el cual darse. Entonces,
la acción social también puede actuar de manera recíproca según el autor.
Para Talcott Parsons, la acción
social no sólo se encuentra dentro del interés, y toma la moral en este caso
para definirse mejor. Parsons explica que la orientación de una acción social
estará siempre vinculada a la moral y/o a las leyes que posea un individuo. El
individuo es, para Parsons, lo que sus acciones muestran e infieren, es decir,
el producto de una intencionalidad que va encauzándose en función de su grado
de internalización de los valores y de las normas.
Allan Touraine toma a la acción
social como la base principal del estudio de la sociología, en marcándola como
tal hasta llegar al punto en donde sólo estudiando la acción social y su repercusión
en la historia, es que se pueden llevar a cabo a sociología. Según el autor,
difiere de la teoría de Parsons, ya que un individuo en sí es autónomo y sus
acciones es lo que definirán –por así decirlo–, su “rol” en la sociedad. Pero
Touraine nunca explicó lo que era realmente la acción social, pero esto no
quiere decir que no la haya tomado en cuenta; ya que señaló distintas acciones
para poder diferir entre los fenómenos sociales que se interpusieran en él: el
trabajo, la sociabilidad y la existencia humana. Podemos agregar que el trabajo
es, de cierta forma, una acción social, porque constituye una mediación entre
sí y los demás. A diferencia de Parsons, un individuo no actúa de la manera en
que esté organizado socialmente, si no que actúa mediante los valores y las
normas que el individuo posea, en la cual alimenta su conducta.
Anthony Giddens toma también la
acción social como fuente para la descripción de los fenómenos sociales, y así
como Weber, concibe la idea de que los individuos no poseen conciencia propia
cuando van a ejecutar una acción. Para Giddens, la rutina de una persona, genera
la visión de sus acciones, y las condiciones a las que estará atado el
individuo de penderá de sus hábitos. Giddens explicó que la acción posee dos
elementos: la racionalización y la motivación. La primera habla de la capacidad
del individuo de darse cuenta de las razones de su acción, y la motivación denota
el potencial por el cual se ejecuta la acción. Cabe resaltar que Gibbens explica
que las acciones de una persona, no sólo se ejecutan de manera individual,
también de manera colectiva que hoy en día llamamos: movimientos sociales.